Los diseñadores de carteles o cartelistas especializados eran a menudo muy conocidos entre los productores de películas, aunque para el resto del mundo eran anónimos.
Hay una diferencia entre el cartelista y un pintor de carteleras. El cartelista es el cerebro creativo, el que sale en los títulos de crédito en el cine, mientras que un pintor de carteleras normalmente amplia un diseño de cartel a tamaño de valla publicitaria.
A través de los carteles se puede ver la evolución del cine indio. Las películas en hindi llegaron en 1931 con “Alam Ara” de Ardeshir Irani.
Desde los años treinta el arte de los cartelistas ha pasado por diversas transformaciones. Las películas de estos años eran, en gran parte, de presentación teatral, lo que se puede comprobar por el complicado vestuario que llevan los protagonistas en los carteles y por su temática. En esta época las películas habían sido catalogadas como símbolos de perversión y muy pocas familias iban a verlas. Para combatir esta resistencia social, los carteles se inspiraron, sobretodo en la mitología, historia, fantasía, religión y cuentos folklóricos lo que funcionó bien para que aumentaran los espectadores.
Algunos ejemplos son: “Indrasabha”(1932), “Alibaba aur 40 Chor” (1932), “Ayodhya ka Raja“ (1932), “Chandidas” (1934), “Ramayan” (1934), “Anarkali” (1935), “Hunterwali” (1935), “Seeta Haran” (1936), “Vidyapati” (1937), “Alladin and the Wonderful Lamp” (1938), “Gopal Krishna” (1938), y la histórica inmortal “Pukar” de Sohrab Modi (1939), con carteles llamativos y llenos de un vestuario muy trabajado.
Los años cuarenta y cincuenta, con la llegada de la superestrella Ashok Kumar y su natural estilo de actuar, se caracterizaron por películas que hacían hincapié en temas sociales. Surgieron los dramas familiares, los musicales románticos, las sagas político sociales y las acciones de acción / acrobáticas que arrinconaron a los dramas de época o de vestuario. Así pues, llegaron a las paredes más carteles relacionados con el perfil de los personajes. “Aurat” (1940), "Nartaki” (1940), “Bahen” (1941), “Aadmi” (1941), “Roti” (1942), “Kismat” (1943), “Anmol Ghadi” (1946), “Dard” (1947), “Jugnu” (1947), “Aag” (1948), “Andaz” (1949) y “Mahal” (1949), son algunas de las películas de mayor éxito de aquellos años.
Los sesenta fueron una época de musicales románticos introducidos incluso en películas épicas como “Mughal –e – Azam” (1960). Los carteles fueron indiscutiblemente ostentosos, pero la película era, en esencia romántica. “Junglee” (1961), “Saheb Bibi aur Ghulam” (1962), “Dosti” (1964), “Kashmir ki kali” (1964), “Guide” (1965), “Waqt” (1965), “Teesri Manzil” (1966), “Jewel Thief”(1967), “Ram aur Shyam” (1967) y “Aradhana” (1969) fueron todas historias musicales de éxito con independencia de sus variados argumentos. Los carteles comenzaron a subrayar la música; en realidad, las nuevas tiradas de los carteles llevaban los títulos de las canciones de éxito perfectamente visibles en la parte de arriba para indicar al espectador que la película contaba con música de éxito.
Con los setenta comenzó la época del así llamado “joven indignado” cuando Amitabh Bachchan surgió como un bólido convirtiéndose en la estrella más grande jamás vista por la industria. Los setenta, ochenta y los noventa le pertenecieron en términos de popularidad, convirtiéndolo en la “Estrella del Milenio” . El romance y la música quedaron arrinconados cuando los carteles comenzaron a mostrar una variedad de imágenes de acción: desde revólveres y cuchillos, pasando por poses de estrellas en posición de combate, sobretodo de Amitabh. Tal fue la influencia de Amitabh que incluso las estrellas románticas de antaño se vieron forzadas a coger el revólver como Dev Anand (“Johnny mera naam”, “Des Pardes”, “Lootmaar”), Rajendra Kumar (“Gora aur Kala”), Dharmendra (“Yaadon ki Baarat”, “Hukumat”), Dilip Kumar (“Shakti”, “Vidhaata”, y “Duniya”). Amitabh parecía estar a punto de estallar en los carteles de “Zanjeer” y “Deewaar” a “Sholay”. “Don”, “Muqaddar ka Sikandar”, “KaalaPatthar”, “Laawaris”, “kaalia”, “Coolie”, “Aakhree Raasta”, “Agneepath”, “Hum”, “Khuda Gawah” y “Lal Badshah”.
En los años 30, 40 y 50, había carteles litográficos. La prensa litográfica dio paso a la prensa Offset y los carteles de los 70 y 80 eran casi todos en Offset. En los 90 se popularizó la prensa digital. Consecuentemente, en los 80, terminó la era de los carteles pintados a mano, que fueron reemplazados por imágenes compuestas digitalmente. Con el fin de los carteles pintados a mano se cayó en la cuenta de que los originales tenían que tratarse como obras de arte. La moda de coleccionar estos carteles comenzó en los 90 y cada vez va ganando más fuerza. Actualmente, estos carteles se subastan en salas de arte, galerías y en importantes casas de subasta en todo el mundo.
Los diseñadores más importantes de estas obras de arte son D. D Neroy que trabajó durante tres décadas, Tilak Diwakar Karkare, Mulgaonkar, D.R Bhosle, Pamart, Pandit Ram Kumar Sharma, S. M Pandit, Faiz… Ellos, grandes desconocidos, nos han legado un viaje visual de la cultura india a través de los carteles.